martes, 2 de noviembre de 2010

La vida del bardo

Hace varios años, aunque una nimiedad si hablamos en términos gnómicos, en la pequeña aldea de Panem una pareja de enamorados vivieron una tragedia propia de las novelas románticas del diecinueve. Lite Corde, un apuesto gnomo, fue desterrado de aquellas tierras acusado de alta traición injustamente a causa de los ardides malévolos del señor Bonpantura. Éste aprovechó la oportunidad, casándose con la que fuera prometida de Lite: Shameil. A pesar de ser una idea que no agradaba para nada a la mujer, aceptó la oferta, pues se encontraba encinta y no se veía capaz de mantener por sí sola a una criatura.

Unos meses más tarde nació la primera de sus hijas; una gnoma preciosa, igualita a Lite, a la que llamó Deothriel. Fue la primera de cinco hermanos: Henrimel, Grentiel, Purigan y la pequeña Cassend. Sin saber la historia de sus auténticos orígenes, Deothriel vivió una infancia dura marcada por el trabajo para la supervivencia de sus hermanos, puesto que su padrastro hacia más bien poco por ellos. Aquellos fueron, igualmente, los años más felices de su vida; cobijada bajo la inocente mirada de un niño, los sueños poblaban su mente y era amiga de prácticamente todos los habitantes del pueblo.

Un día llegó al lugar un viejo bardo sin fuerzas para seguir viajando. Se instaló en la plaza del pueblo, donde por las tardes se dedicaba a tocar sus instrumentos a cambio de algunas monedas o comida. Deothriel pasaba horas enteras embelesada, mirándole. A pesar de que Ertuleus, el bardo, era un ser algo huraño al que le desagradaban los niños, pero a fuerza de persistencia la niña consiguió que el gnomo le mostrase su arte.

El tiempo pasaba con tranquilidad; las horas libres que la gnoma tenía las dedicaba a pescar o a estar con sus innumerables amigos, en especial con Alybber, Troilen y Hanbbetel. A pesar de que la aldea se hallaba en mitad de un bosque, no era extraño que los niños tuvieran que huir de sus zonas de juego por culpa de los pueblos humanos que rodeaban la zona; pueblos que cotidianamente desataban guerras entre sí por cuestiones de poder.

Malderus Luborum, que por aquél entonces era el jefe de Panem, murió en circunstancias extrañas. Nunca fue un líder perfecto, cometió muchos errores –entre ellos, desterrar a hombres inocentes como Lite Corde-, pero al menos subo mantener alejados a los humanos de sus tierras. En morir, más o menos cuando Deothriel hubiera cumplido los 30 años, el poder pasó a manos de su hijo Grimpell.

Por aquél entonces, viendo que su hija era lo suficientemente madura como para aceptar la realidad de su existencia, Shameil decidió contarle la historia de su nacimiento a su hija mayor. La noticia de que aquél hombre despreciable no era su padre la inundó de felicidad. Un sentimiento que se vería pronto destrozado a manos de los humanos de Khant.

Grimpell, teniendo bajo su poder el pueblo de Panem, vendió éste a los humanos, quienes no dudaron en arrasar el poblado, arrasando con todo y matando a decenas de inocentes, incluidos Shameil y Grenitel. En medio de aquél caos, muchos salieron huyendo. Deothriel reunió a sus hermanos pequeños, viendo como su padrastro, padre biológico de los pequeños, se marchaba sin decir palabra, sin querer ayudarles. Así pues, se convirtió en la responsable de cuatro críos sin un lugar donde vivir.

Sin pensarlo dos veces, viajaron hasta el poblado en el que residían sus tíos maternos, Trumblimer y Keraam, quienes se encargarían del cuidado de los niños. Durante un tiempo, la propia Deothriel pensó que sería capaz de dejar a un lado el pasado y seguir adelante con su vida. Pero había dos asuntos que no la dejaban dormir por las noches: por un lado, el hecho de que el que provocara la muerte de su madre y hermano siguiera con vida en algún lugar del mundo, un hecho que no le parecía aceptable; por otro, su desaparecido padre. ¿Cómo sería él? ¿Podría encontrarlo y presentarle a todos sus hermanos, conseguir un padre para ellos?

Así fue como un día decidió partir. No era capaz de quedarse encerrada en casa, trabajando, pensando que podría hacer mejores cosas. Venganza y deseo. Aquellos sentimientos la corroían por dentro. Y una madrugada, se marchó. Decidió cambiar su nombre; renegó del apellido Bonpantura (el de su padrastro) y camufló su identidad bajo el nombre de su padre: Lite Deothriel Corde.

Sus primeros viajes fueron cortos; solía regresar muy a menudo por casa de sus tíos para entregar el dinero que iba consiguiendo y darles noticias. Con el tiempo, los viajes se fueron haciendo más largos y las visitas más cortas. Además, cada vez que encontraba a gente de Panem les visitaba para saber cómo estaban. Encontró algunos de sus amigos de la infancia con gran alegría, sobre todo a Alybber, de la que siempre estuvo y estará enamorada.

En sus viajes encontró otros amores, otros amigos, mas todos fueron pasajeros. Su vida está entregada al cuidado de su familia, aunque sea a distancia, y sabe que no podrá descansar tranquila hasta ver muerto a Grimpell y encontrar a Lite Corde, su verdadero padre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

.. Qué telenovela buey. Pero me encanta. Cuantísima imaginación, podrías dibujar un manga o algo. Y el nombre de Deothriel me ha gustado mucho. Ya me irás explicando más cositas o las iré leyendo (o las dos cosas) *___*

Anónimo dijo...

pd: soy An. Por si no se nota xD

FIONN dijo...

Pues ya sabes, ahora tienes que ir poniendo resumenes de tus aventuras cada poco! e invitar a gente a leerlas whuaaajajajajaja mas para la sect... digo para el foro :p

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